Jan 21, 2010

La Crisis según Albert Einstein


Caminando ayer por un centro comercial donde practicamos Yôga, observe en una ventana de una de las tiendas un papel con el título "La Crisis según Albert Eistein".  Me pareció muy interesante  leer lo que decía y decidí darle un espacio en este blog a el Sr. Eistein para educarnos un poquito acerca de la crisis.   Además pienso que lo podemos relacionar mucho con el artículo sobre ¨Karma" del Maestro DeRose a continuación.

 Hay dos palabras que intercambiamos muchas veces sin saber exactamente su significado (especialmente desde el punto de vista hinduista y no occidentalista):  Karma y dharma.  Karma significa "acción" y designa una ley universal de "causa y efecto".  Dharma significa "ley" y designa cualquier ley humana ya sea jurídica, religiosa o de costumbres.  Mucho de los que la gente llama karma es realmente dharma.     

Nuestra sociedad en que vivimos esta modelada por leyes humanas que nos dan reglamentos y parámetros para poder vivir en armonía unos con otros.  Pero muchas de esas leyes se vuelven costumbres y hasta veces taboos que si una persona las traspasa viene un sentimiento de culpa y remordimiento.   

El karma no es bueno ni malo, es simplemente acción y reacción. Las crisis, bajo un lente espiritualista o espiritista le da por lo regular un tinte fatalístico y negativo a la situación o crisis.  Algo que la persona tiene que pagar por cosas que hizo en el pasado o por alguna repercusión de una ley humana ya establecida.   

Las crisis siempre van a estar con nosotros en la vida.  Pueden venir por acción y reacción o por los efectos de alguna ley humana.   ¿Como vamos a responder a esa situación tan real?  Esta en nosotros si vamos a superarnos o enterrarnos, dejar que la crisis nos lanze a cosas mejores o quedarnos estancados en lo mismo  .  ¿Que opinan ustedes?  Espero que les guste el vídeo a continuación.


Jan 20, 2010

Karma


Cortesía de Flirkr - Foto de Jorge Schickendanz

El concepto hindú al respecto de karma es bien diferente del concepto  occidental, divulgado por los grupos espiritistas y espiritualistas. Con  la influencia judeocristiana, rica en nociones de culpa y pecado, el  karma para los occidentales tiene la configuración de algo forzosamente malo, que se debe pagar con sufrimiento. 


Para el hinduismo, karma es sólo una ley de causa y efecto, del género  “escupió para arriba, va a recibir una escupida en el rostro”. La pura  ley del karma es simplemente mecánica y no espiritual. Ni siquiera  moral. No depende de fundamentación reencarnacionista o incluso  teísta. Se refiere a un mecanismo de la propia naturaleza. Una especie  de energía potencial muy distante del fatalismo que le atribuimos.  

Para ejemplificar la flexibilidad de ese concepto en la India, podemos  citar una parábola que compara el karma con un arquero con sus  flechas. El karma tendría tres etapas: la primera, equiparable al  momento en que el arquero tiene su arco en reposo y las flechas  descansan en el carcaj; la segunda, en que coloca una flecha en el  arco, tensa y apunta a un objetivo; y la tercera, en la cual suelta la  flecha. 

De acuerdo con esa comparación, tanto en la primera etapa como en la  segunda, el arquero tiene control absoluto sobre el karma, pudiendo,  inclusive, en el último instante, dirigir su flecha hacia otro objetivo,  tensar más o menos el arco para imprimir mayor o menor potencia a la  flecha, o incluso desistir de tirar. Eso corresponde a un dominio de  dos tercios del karma, lo que es bastante razonable comparado con nuestro concepto de destino inflexible y sobre el cual no podemos  actuar. 

Yôga Avanzado, DeRose
Para más información lea el capítulo 
"Karma" pag. 527 del mismo autor

Jan 14, 2010

Meditación



A meditação é parte inseparável do Yôga. Ela surgiu originalmente dentro desta filosofia e somente depois de muito tempo começou a ser feita isoladamente. A prática completa do SwáSthya Yôga visa preparar o indivíduo para que ele possa fazer a melhor meditação possível. Para isso, aprendemos a nos concentrar mais, e a melhoramos nossa respiração – pois ninguém conseguirá meditar se estiver ofegante – trabalhamos para purificar e desenvolver nosso corpo, deixando-o mais flexível e forte – afinal, se as costas não possuem força para manterem-se eretas ou os joelhos doem por falta de flexibilidade o praticante jamais conseguirá evoluir nesta etapa.
Portanto, a prática ortodoxa dividida em oito partes, principal característica do SwáSthya Yôga, desenvolve o ser humano globalmente para que ele possa sentar-se ao final da aula e executar uma excelente meditação.


http://yogadoitaim.com.br/qualidade-de-vida/meditacao/

Jan 7, 2010

Enseñamos como vivimos.Vivimos como enseñamos.

Como seres humanos, conviven en nosotros las contradicciones. Muchas veces nos sucede que queremos una cosa y hacemos otra. Pregonamos algo y en nuestras acciones llegamos a reflejar lo opuesto. Ser instructor de SwáSthya Yôga es todo un desafío. Porque se trata de adoptar una filosofía de vida que es netamente práctica y, recién después, enseñarla a otras personas que sintonicen con esa propuesta. Es decir que es uno de los pocos trabajos que sólo funcionan bien si el instructor es la encarnación de aquello que enseña.
Al tratarse de una escuela de autoconocimiento, todo lo que sucede en la vida del instructor funciona como un espejo en el cual puede reflejarse y observarse. Uno de los factores que más contribuyen para eso es la convivencia con los colegas del equipo de trabajo. Esa convivencia genera una rica experiencia en la cual nos pulimos y nos tornamos mejores personas y profesionales: aprendemos unos de otros, nos inspiramos en el éxito de nuestros compañeros, limamos las asperezas de nuestro carácter con los conflictos que surgen naturalmente en cualquier ámbito donde un grupo de personas comparte un espacio y un tiempo. Nos complementamos.
Enseñar el Método DeRose es desear que más personas puedan optimizar su calidad de vida, ampliar la conciencia, mejorar los vínculos con sus pares, con los animales, la naturaleza y el planeta. Es darse cuenta de que no somos espectadores del mundo, sino protagonistas activos del proceso creativo que es formar parte de una sociedad. A veces parece que todo es inmutable, que cualquier acción que intentemos para mejorar las cosas será inocua. Sin embargo, es preciso comprender que los cambios sociales tienen otros tiempos.
Enseñar esta filosofía de vida es sumamente gratificante. De pronto comenzamos a notar cómo nuestros alumnos empiezan a aprender a elegir lo mejor para sí mismos, se vuelven más saludables, comienzan a proponerse metas de crecimiento personal y profesional, ganan confianza en sí mismos, se tornan más sensibles e irradian hacia sus círculos de pertenencia la propuesta de ser más conscientes.
Un instructor del Método DeRose es un ser humano en evolución constante. Es alguien que desea encontrar la mejor forma de hacer cualquier cosa, que busca autosuperarse y desenvolver todas sus capacidades. Y es también una persona que disfruta de compartir eso con los demás.
Enseñamos como vivimos. Vivimos como enseñamos.
Gabriela Santermer
Instructora Sede Decana
Blog de la Sede Decana

Jan 6, 2010

Entre el corazón y la razón

En una oportunidad leí un reportaje que le hicieron al Dalai Lama. En el diálogo, el periodista le preguntó si la invasión a su país realizada por China, con la destrucción de los templos, la violencia, las muertes y la prisión y tortura que habían sufrido muchos de sus amigos no eran razones suficientes para perturbar su serenidad. Luego de pensar un instante, contestó: “Los chinos me sacaron todo. No voy a permitir que, además, me saquen mi serenidad”.

¿Cómo hacer entonces para poder, en los momentos de dificultad a los que nos expone la propia vida, mantener la estabilidad y esa relación de equilibrio entre la razón y las emociones?

La técnica denominada en sánscrito samyama y mal traducida a Occidente como meditación, nos permite poner en práctica un gran recurso, ya descubierto por antiguas culturas: la capacidad de nuestra mente para recobrar el vigor en las fuentes profundas del cuerpo.

Es durante este estado de concentración cuando surge la denominada conciencia testigo -de acuerdo con Mircea Eliade-, que establece ese vínculo perfecto que podemos lograr entre “corazón” y “razón”.

Edgardo Caramella
Maestro de SwáSthya Yôga
Presidente de la Federación de Yôga de Buenos Aires (FIPPYBA)
Coordinador del Colegiado de Federaciones