Nov 9, 2010

¡AH! LOS BENEFICIOS "Stress"



Stress es el estado psico-orgánico producido por el desfasaje entre el potencial del individuo y el desafío que necesita enfrentar. Para administrarlo, no nos limitamos a proporcionar relajación. Mucho más importante es aumentar la energía del practicante para que su potencial suba y pueda enfrentar el desafío de arriba hacia abajo.

El stress en sí no es algo malo. Sin él el ser humano sería vulnerable y no lograría luchar, trabajar o crear con la necesaria agresividad. Malo es el exceso de stress o la falta de control sobre él.

Entre un alerta psicofísico y otro, la persona tendría condiciones de rehacerse de ese estado de extrema tensión orgánica y mental. Para eso, sería preciso que hubiese una menor frecuencia de estados de tensión o, si no, ejercicios específicos para minimizar la fatiga generalizada de allí resultante y que produce una reacción en cadena de efectos secundarios, tales como infarto, presión alta, jaqueca, insomnio, depresión, nerviosismo, caída de productividad, caída de cabello, reducción de la capacidad inmunológica, herpes, problemas digestivos, úlcera, gastritis, impotencia sexual, dolores de espalda, y el peor de todos los problemas de salud: ¡las cuentas del médico!

Basta reducir el stress para atenuar también todos esos efectos suyos, que, de otra forma, difícilmente cederían a un tratamiento de manera verdaderamente definitiva. La terapia resultaría ser meramente paliativa o un enmascaramiento de los síntomas.

El Yôga es uno de los recursos más eficientes para reducir el stress a niveles saludables. Tal opinión consta en una gran cantidad de libros serios sobre el asunto y es compartida por un buen número de médicos que indican Yôga a sus pacientes estresados.

Por esa razón, son muchos los empresarios, ejecutivos, políticos, artistas y profesionales liberales que van a buscar en el Yôga la dosis extra de energía y dinamismo que necesitan y, al mismo tiempo, el control del stress.

El noventa por ciento de las personas siente los efectos del combate del stress ya en la primera sesión de Yôga bien conducida.

Yôga Avanzado, DeRose
Foto: Collaborative Health Blog

Nov 8, 2010

¡AH! LOS BENEFICIOS (Continuación)


Los mantras (vocalización de sonidos y ultrasonidos) en primera instancia generan una vibración vocálica para desesclerosar los meridianos energéticos; en segunda instancia permiten equilibrar los impulsos de introversión/extroversión y dinamizar chakras; en tercera instancia, ayudan a obtener el aquietamiento de las ondas mentales para conquistar una buena concentración y meditación.

El yôganidrá (técnica de descontracción) es el módulo de relajación que ayuda a todos los anteriores y, junto con los demás angas de la práctica, elimina el stress.

El samyama (concentración, meditación y otros estados más profundos) proporciona la megalucidez y el autoconocimiento.

Estos efectos, y muchos otros, son simples consecuencias de los ejercicios. Se producen como resultado natural de estar ejercitando una filosofía de vida saludable. Si aprendemos a respirar mejor, relajarnos mejor, dormir mejor, comer mejor, excretar mejor, hacer ejercicios moderados, trabajar mejor la columna y manifestar una sexualidad mejor, los frutos sólo pueden ser el incremento de la salud y la reducción de los estados enfermizos. Con la reducción de la tensión conseguimos minimizar la reacción en cadena de efectos secundarios.


Mañana hablaremos sobre el famoso STRESS!!!

Nov 6, 2010

¡AH! LOS BENEFICIOS...



Si usted comprendió lo que acabamos de explicar, entonces aceptamos explayarnos sobre los tan proclamados beneficios. El Swásthya proporciona una flexibilidad increíble y un excelente fortalecimiento muscular. Con sus ejercicios biológicos beneficia la columna vertebral y los sistemas nervioso, endócrino, respiratorio y circulatorio.

Los ásanas (técnicas corporales) contribuyen a la regulación del peso por estimulación de la tiroides; mejoran la irrigación cerebral por las posiciones invertidas; aumentan la conciencia corporal, la coordinación motora y la elasticidadde los tejidos.

Los kriyás (actividades de purificación de las mucosas) estimulan la higiene interna, de las mucosas del estómago, de los intestinos, del seno maxilar, de los bronquios, de las conjuntivas, etc.

Los bandhas (contracciones o compresiones de plexos y glándulas) realizan un masaje de los plexos nerviosos, glándulas endócrinas y órganos internos.

Los pránáyámas (ejercicios respiratorios) ofrecen una dosis extra de energía vital, aumentan la capacidad pulmonar, controlan las emociones, permiten el contacto del conciente con el inconciente y ayudan a conseguir el dominio de la musculatura lisa. (Continuará)
Yôga Avanzado, DeRose
Foto de networker home.com

Nov 5, 2010

"Existen dos tipos de practicante"


Efectos Versus Yôga
Existen dos tipos de practicante: uno que viene buscando beneficios y otro que viene buscando Yôga. Cada cual va a encontrar lo que vino a buscar. Claro que enseñar a quien quiere Yôga, y no ventajas personales, es más gratificante. Eso no significa que vamos a rechazar o discriminar al otro. Esperamos simplemente reeducarlo para concientizarlo de que una cosa noble es el Yôga y otra muy inferior son sus efectos. El practicante que quiere Yôga y no meramente sus beneficios, lee, investiga, invierte, se dedica. El que busca efectos, a ése no le importa la seriedad o autenticidad del método, y estimula de esa forma malsana la diseminación de instructores sin formación ni habilitación, pero que saben prometer beneficios.

El sádhaka que busca beneficios no valoriza los estudios más profundos ni las sofisticaciones técnicas que su instructor se esfuerza por ofrecer. Él quiere beneficios, y lo mismo le da que el método sea auténtico o no, siempre que logre aprovechar sus efectos. Aunque éstos sean producto de una mezcla exótica de espiritismo, masaje, hipnosis, macrobiótica, terapias florales, gemoterapia y curanderismo, que nada tenga que ver con el Yôga.

Ahora, imagine otra situación, consecuencia de la actitud descripta arriba. Suponga que usted es un profesor de Ballet Clásico y, cada vez que va a enseñar una técnica más elaborada para que su alumno llegue a ser un bailarín de verdad y no un mero aficionado, él le reclama:

¡Ah! Profesor, no me exija tanto. No estoy aquí para aprender a bailar. Sólo vine para adelgazar.

Y otro:

Yo tampoco quiero bailar. Sólo quiero aliviar el dolor de mi columna.

Y otro más:

Ya no estoy en edad de bailar. Mi médico me mandó aquí para tratarme del asma.

¡Al final, usted es profesor de danza, pero nadie quiere aprender a bailar, pues todos buscan sólo beneficios para la salud! ¡Qué frustración! Eso es lo que ocurre sistemáticamente a los instructores de Yôga. Por esa razón hemos evitado hablar de los superlativos beneficios que la práctica de Swásthya Yôga puede proporcionar.

Además, preferimos la compostura ética de no realizar propaganda apelativa. No prometemos nada. Quien viene a practicar con nosotros es porque entendió nuestra propuesta y ya sabe lo que quiere. Dicho esto, podemos permitirnos discurrir sobre algunos de los efectos más comunes, para responder esa clásica pregunta. (Continuará)
Yôga Avanzado, DeRose (pp.51-52)
Foto: Natalia Sanmartín Gil