Nov 23, 2012

Alegría Sincera




Séptima característica del SwáSthya Yôga: Alegría Sincera.
 
Seriedad y alegría no son mutuamente excluyentes. Usted puede ser una persona que contagie alegría y, al mismo tiempo, muy seria en cuanto a los preceptos comportamentales que rigen la vida en sociedad.

La alegría es saludable y nos predispone a una vida larga y feliz. La alegría esculpe nuestra fisonomía para que denote más juventud y simpatía. La alegría cautiva y abre puertas que, sin ella, nos costaría más esfuerzo abrir. La alegría puede conquistar amigos sinceros y preservar las amistades antiguas. Hasta puede salvar casamientos.
 
Un practicante de Yôga sin alegría es inconcebible. Si el Yôga trae felicidad, la sonrisa y el comportamiento descontraído son sus consecuencias inevitables.
 
Sin embargo, administre su alegría para que no pase de los límites y no agreda a los demás. Algunas personas, cuando están alegres, son ruidosas, poco delicadas e invasivas. Ése, obviamente, no es el caso del swásthya yôgin.

Artículo extraído del libro: "Yôga Avanzado" de DeRose.

Nov 21, 2012

Coreografía del Método DeRose


Coreografía de Rafael Ramos, demostrador Internacional 
del Método DeRose.

Nov 16, 2012

¿ El Yôga es una especie de gimnasia?




No. El Yôga no es ningún tipo de gimnasia ni modalidad alguna de Educación Física. Una práctica completa de Yôga comprende técnicas corporales, bioenergéticas, emocionales, mentales, etc., a través de ejercicios orgánicos, respiratorios, relajación, limpieza de órganos internos, vocalizaciones, concentración, meditación. Ahora bien, eso no pertenece al área de la Educación Física. Aun las técnicas corporales del Yôga no son puramente físicas y son completamente diferentes de las de la gimnasia. Hasta las reglas y los principios son totalmente distintos. Veamos algunos ejemplos:

1) MOVIMIENTO
 

• En la Educación Física el movimiento y la repetición son elementos fundamentales. La buena forma, los efectos y el buen rendimiento dependen de la repetición adecuada.
 

• En Yôga, más que el movimiento, lo que importa es la permanencia en la fase crítica del ejercicio y, más que la repetición del mismo ejercicio, importa la diversificación de las técnicas, aunque puedan ser convergentes en cuanto a los efectos proporcionados.
 

2) PRECALENTAMIENTO
 

• En la Educación Física es imprescindible un buen precalentamiento muscular para evitar distensiones.
 

• En Yôga no se hace precalentamiento, aunque haga mucho frío. A pesar de eso, en el Yôga no se observan distensiones. El fenómeno se explica, en parte, por la amplia conciencia corporal desarrollada por el practicante, que llega a conocer perfectamente sus límites y sabe que no debe excederlos y, en parte, por la sofisticada tecnología desarrollada empíricamente durante cinco mil años de experiencia. Ocurre que, cuando las fibras musculares son calentadas, se dilatan, dando la falsa impresión de mayor flexibilidad, pero después vuelven a contraerse por el enfriamiento al final del ejercicio. En el Swásthya Yôga, método del Maestro DeRose, no utilizamos precalentamiento, lo que hace que las fibras musculares desarrollen una elongación real definitiva, aunque el cuerpo esté frío. Eso también fundamenta fisiológicamente el hecho comprobado de que la performance conquistada por el practicante de Yôga se incorpora definitivamente a su patrimonio corporal y él, aun dejando de seguir un programa regular de ejercicios, no pierde la buena forma durante meses o años, dependiendo del nivel de progreso obtenido en la fase de entrenamiento intensivo.
 

Así, cuando un practicante de Yôga es sorprendido por un incidente físico, cuenta con músculos muy bien condicionados para reaccionar sin la necesidad de precalentamiento. Como un gato, está instantáneamente en condiciones de enfrentar el desafío. Después, vuelve rápidamente a la calma.
 

3) ÁREAS ALCANZADAS
 

• La Educación Física alcanza prioritariamente músculos y articulaciones. Después, el sistema cardiovascular. Sólo secundariamente el resto del organismo. La mente no es trabajada y se limita a recibir el beneficio de la higiene mental, el "mens sana in corpore sano". Pero no hay ejercicios mentales en esa especialidad, que se propone —y proporciona con éxito— una educación física.
 

• En el Yôga es exactamente lo inverso. Los efectos comienzan procesándose en las áreas más profundas y afloran hasta llegar al cuerpo. En él, se manifiestan inicialmente en los sistemas nervioso y endócrino. Después, en los órganos internos. Sólo por último los beneficios llegan a los músculos y articulaciones. 

Ahora razonemos: si los músculos y articulaciones son las partes menos trabajadas en el Yôga y, a pesar de eso, adquirimos una performance muscular y articular excepcional, ¡imagine los efectos obtenidos en las áreas más profundas!
 

4) RESPIRACIÓN
 

• En la Educación Física se da una razonable importancia a la respiración; sin embargo, no hay una tecnología respiratoria específica. Basta hacer respiraciones profundas. Se permite respirar por la boca. Tradicionalmente (aún hoy) es común que el entrenador mande al deportista llenar de aire la parte alta del tórax en detrimento de la región diafragmática, que es la más importante por la mayor cantidad de aire que contiene.
 

• En el Yôga, una de las primeras cosas es reaprender a respirar. Respirar siempre por la nariz, salvo casos excepcionales. Hacemos un entrenamiento para dominar selectivamente los músculos respiratorios abdominales en una oportunidad, intercostales en otra, subclaviculares en otra y así sucesivamente. Controlamos diferentes ritmos para distintos objetivos, y acoplamos a determinados respiratorios la contracción de este o de aquel plexo o glándula endócrina, a fin de dinamizar la fuerza de la técnica. Utilizamos 58 ejercicios respiratorios diferentes y algunos más que no pueden siquiera ser enseñados por libros, tal es el poder que poseen y su capacidad de despertar paranormalidades.
 

5) GASTO DE ENERGÍA
 

• En la Educación Física todo produce consumo de energía, sin lo cual, los efectos no se procesan.
 

• En el Yôga, en siete octavos de la práctica (siete de los ocho tipos de técnicas) el gasto de energía es próximo a cero. En los ocho haces de técnicas se capta, se genera, se canaliza o se almacena energía solar, telúrica y pránica de diversos tipos, de las más variadas fuentes limpias e inagotables. Por eso las técnicas de Yôga son agradables y no cansan. Aun sin esfuerzo los efectos son intensos, desde el primer día.
Extraído del libro "Todo sobre Yôga" de DeRose.