Hace algunos dias que he estado pensando la manera más apropiada y "dulce" para dirigirme a varios practicantes que ingresan a la práctica muy sudados después de hacer otros ejercicios. Hasta el momento aún no lo he hecho pero encontré una respuesta sabia (como siempre) en las palabras de mi querido Maestro DeRose en su libro Yôga Avanzado SwáSthya Yôga Shástra; libro que no me canso de admirar y de recomendar a todas las personas que se cruzan en mi camino y que de una u otra manera muestran interés en Yôga.
Volviendo al tema....no hay forma "dulce" de decirle a alguien que huele mal o que ensucia mucho con su sudor o solicitarle que tome una ducha antes de ingresar a la práctica y con todos estos pensamientos recordé el código de ética del Yôgin y Sauchan! y para mi lo más valioso....el precepto moderador:
- La sexta norma ética del Yôga es sauchan, la limpieza.
- El yôgin debe estar purificado, tanto externa como internamente.
- El baño diario, la higiene de la boca y de los dientes y otras formas comunes de limpieza no son suficientes. Corporalmente, es necesario proceder a la purificación de los órganos internos y de las mucosas, mediante las técnicas del Yôga.
- De poco vale lavar el cuerpo por fuera y por dentro si la persona ingiere alimentos con tasas elevadas de toxinas e impurezas tales como las carnes de animales muertos, que entran en proceso de descomposición después de la muerte.
- De la misma manera, cumple que el yôgin no consuma sustancias intoxicantes, que generen dependencia explícita o que alteren el estado de la conciencia, aunque tales sustancias sean naturales.
- Aquel que sólo se ocupa de la higiene física no está cumpliendo sauchan. Esta recomendación sólo esta siendo satisfactoriamente interpretada cuando se ejerce la práctica de limpieza interior. Ser limpio psíquica y mentalmente constituye requisito imprescindible.
- Ser limpio interiormente comprende no alimentar el psiquismo con imágenes, ideas, emociones o pensamientos intoxicantes, tales como tristeza, impaciencia, irritabilidad, odio, celos, envidia, codicia, derrotismo y otros sentimientos inferiores.
- Finalmente, esta norma alcanza su plenitud cuando la limpieza del yôgin se refleja en el medio ambiente, cuyas manifestaciones más próximas son su casa y su lugar de trabajo.
La observancia de sauchan no debe inducir a la intolerancia contra aquellos que no comprenden la higiene en forma tan abarcante.
" Y de golpe" (como dirían en Argentina) una lluvia de ideas surgieron de mi interior después de leer al Maestro:
En primer lugar era conveniente que trabajase más en mi tolerancia hacia estos detalles.
En segundo lugar recordé que desde un principio pensamos en poner un rótulo con las ¨guías de armonía¨( un término bastante culto para decir las cosas) en el cual podríamos incluir esta observación junto con otras necesarias ( tendremos que retomar esta idea).
Y por último, no dejar de limpiar y con mi acción silenciosamente invitar a los practicantes para que también en su momento dado pongan más atención en esto.
Como siempre hay mucho trabajo por hacer y hay que emprenderlo con alegria y con tranquilidad....es la única manera de conseguir el precepto de Sauchan!!!!
