Aplicando en la vida cotidiana las técnicas asimiladas en las prácticas; el alumno incrementa su volumen energético y es capaz de dirigir su energía de una manera conciente y eficaz.
Todo lo anterior le provee de un poder de decisión sobre sus pensamientos y actos; pasando de un simple reaccionar ante las situaciones a un accionar conciente y por lo tanto desde una elección personal.
En el siguiente artículo la profesora Yael Barcesat aborda esta temática de una forma clara y sin devaneos. Espero lo disfruten tanto como semanalmente lo hago con todos sus artículos.
Calidad de vida en práctica: Libertad de elección
Date: 2010.03.10 Categoría: Artículos de Yael Barcesat, Calidad de vida en práctica
Foto: revistafast.wordpress.com
La dificultad de disciplinarse para crear hábitos deseados tiene su compensación en la facilidad para deshacerse de hábitos no deseados. La inercia es un elemento que tiende a instalar comportamientos, pero cuando ésta se rompe aunque sea por un día, se abre la posibilidad concreta de resetearse e implementar nuevas prácticas.
Los actos instalan rutinas que generan el deseo de llevar a cabo nuevamente esos actos. Actos, rutinas y deseos forman un círculo vicioso o virtuoso, dependiendo de si son elegidos o no. Podemos modificar cualquiera de esos tres momentos que determinan nuestra forma de pensar y de actuar, pero es más accesible moverse en el terreno más denso, es decir el de los actos, para producir consecuencias en los otros.
Para realizar cualquier cambio es necesaria una cuota extra de energía, ya que continuar con el curso habitual de las cosas es lo menos costoso. En cambio, torcer el rumbo de la costumbre con una maniobra inesperada demanda voluntad, tiempo, determinación en una palabra: energía.
Desde la más remota antigüedad el ser humano ha buscado formas de acumular energía, y algunas de ellas sobrevivieron hasta nuestros días. El Método DeRose es una cultura integrada por conceptos y técnicas, estas últimas oriundas de tradiciones ancestrales, cuyo objetivo es justamente ampliar el caudal de energía del practicante con miras a alcanzar un estado de hiperconciencia.
Generalmente pasa un tiempo hasta que el practicante comienza a relacionar la práctica de las técnicas con el área de los hábitos y rutinas personales. Cuando empieza a aplicar esas técnicas en su vida cotidiana, logra emplear la energía producida en la práctica y subir un escalón en términos de conciencia. Ya no es arrastrado por la corriente de los acontecimientos de su existencia, sino que observa desde la orilla y elige cuándo y dónde zambullirse.
Esta fue una nueva edición de ‘Calidad de vida en práctica‘, columna semanal de la instructora del Método DeRose Yael Barcesat, en la que comparte con los lectores de TuVerde pensamientos para poner en práctica y lograr una mejor calidad de vida.
