Jan 7, 2010

Enseñamos como vivimos.Vivimos como enseñamos.

Como seres humanos, conviven en nosotros las contradicciones. Muchas veces nos sucede que queremos una cosa y hacemos otra. Pregonamos algo y en nuestras acciones llegamos a reflejar lo opuesto. Ser instructor de SwáSthya Yôga es todo un desafío. Porque se trata de adoptar una filosofía de vida que es netamente práctica y, recién después, enseñarla a otras personas que sintonicen con esa propuesta. Es decir que es uno de los pocos trabajos que sólo funcionan bien si el instructor es la encarnación de aquello que enseña.
Al tratarse de una escuela de autoconocimiento, todo lo que sucede en la vida del instructor funciona como un espejo en el cual puede reflejarse y observarse. Uno de los factores que más contribuyen para eso es la convivencia con los colegas del equipo de trabajo. Esa convivencia genera una rica experiencia en la cual nos pulimos y nos tornamos mejores personas y profesionales: aprendemos unos de otros, nos inspiramos en el éxito de nuestros compañeros, limamos las asperezas de nuestro carácter con los conflictos que surgen naturalmente en cualquier ámbito donde un grupo de personas comparte un espacio y un tiempo. Nos complementamos.
Enseñar el Método DeRose es desear que más personas puedan optimizar su calidad de vida, ampliar la conciencia, mejorar los vínculos con sus pares, con los animales, la naturaleza y el planeta. Es darse cuenta de que no somos espectadores del mundo, sino protagonistas activos del proceso creativo que es formar parte de una sociedad. A veces parece que todo es inmutable, que cualquier acción que intentemos para mejorar las cosas será inocua. Sin embargo, es preciso comprender que los cambios sociales tienen otros tiempos.
Enseñar esta filosofía de vida es sumamente gratificante. De pronto comenzamos a notar cómo nuestros alumnos empiezan a aprender a elegir lo mejor para sí mismos, se vuelven más saludables, comienzan a proponerse metas de crecimiento personal y profesional, ganan confianza en sí mismos, se tornan más sensibles e irradian hacia sus círculos de pertenencia la propuesta de ser más conscientes.
Un instructor del Método DeRose es un ser humano en evolución constante. Es alguien que desea encontrar la mejor forma de hacer cualquier cosa, que busca autosuperarse y desenvolver todas sus capacidades. Y es también una persona que disfruta de compartir eso con los demás.
Enseñamos como vivimos. Vivimos como enseñamos.
Gabriela Santermer
Instructora Sede Decana
Blog de la Sede Decana

No comments:

Post a Comment