
Los aspirantes, cuando nos buscan, no están interesados en paliativos para enmascarar las molestias triviales de la vida diaria. Les interesa absorber una cultura. Según el Diccionario Houaiss, cultura significa, entre otras cosas: conjunto de padrones de comportamiento, creencias, conocimientos, costumbres, etc. que distinguen a un grupo social. Pues bien, Nuestra Cultura es una reeducación comportamental que contempla especialmente la capacidad de establecer buenas relaciones entre los seres humanos y todo lo que pueda estar asociado con eso (por ese motivo se sugirió que nuestra profesión se denominase socio-humanismo).
Escribo sobre distintos temas: comportamiento, ficción, buenas maneras, cuentos, culinaria, biografía, filosofía, etc. A quienes me leen y asisten a mis clases, los incentivo a reeducarse para ser personas mejores, más refinadas, más civilizadas, más cultas, que viajen, que perfeccionen incluso su lenguaje y sus buenas maneras. Sugiero una revolución comportamental, proponiendo una forma más sensible y amorosa de relacionarse con la familia, con el compañero afectivo, con los amigos, con los subordinados y con los desconocidos. Recomiendo que eventuales conflictos se solucionen con elegancia, sin confrontaciones. Por añadidura, enseño cómo respirar mejor, cómo relajarse, cómo concentrarse y cultivar la calidad de vida, proporcionando condiciones culturales y sociales para que los jóvenes se mantengan lejos de las drogas, del tabaco y del alcohol. Todo eso junto, en última instancia, conduce al autoconocimiento.
Esta propuesta selecciona el público más afecto a la cultura y hace alusión al hecho de que no enseñamos apenas algunas pavaditas, cosas de saltimbanquis, como entienden algunos, sino que enseñamos una cultura. Como efecto colateral benéfico, hemos quedado ligados al Ministerio de Cultura y no al Ministerio de Educación. En una reunión que tuve en Brasilia con el ministro Gilberto Gil, él me dijo una frase memorable: “El conocimiento es del área del Ministerio de Educación. El autoconocimiento, del Ministerio de Cultura”, lo que es nuestro caso. DeRose, "Yôga en serio"
Heeeey!
ReplyDeleteDónde están?
Vengan pronto... no se dan cuenta que esta revolución comportamental puede mejorar nuestro planeta y todos los que en el vivimos!
Vamos gente...personas que en su interior tienen el instinto de vivir esta cultura, no esperen más y hagamos Yôga las 24 horas del día!
Maravilloso artículo!!!! Ciertamente esta cultura comportamental nos ayuda a tener una verdadera vida...no solamente vivir por salir del paso...Nos ayuda a tener una vida sana e integral en la cual cada uno de nosotros es el beneficiado y de esa forma podemos beneficiar a otros ... ES CIERTO YOGA LAS 24 HORAS DEL DÌA!!!!
ReplyDeleteEs increible sentir que uno pertenece a esta visión, cada día es un levantarse con optimismo y con deseos de ser una mejor persona en armonía con los demás y el entorno...rodeados de gente linda que siente igual a nosotros!!!
ReplyDelete