El Yôga y la respiración

Una de las ocho partes de la práctica completa de SwáSthya se denomina pránáyáma y designa los ejercicios respiratorios, que producen expansión de la bioenergía en el organismo.

A continuación, espero que disfruten este artículo valioso, que nos aclarará la relación entre la respiración y los distintos estados de conciencia.

Calidad de vida en práctica: Ritmo vital

por Yael Barcesat, Calidad de vida, 17.03.2010. Salud y alimentación

Foto: Método DeRose

Controlando los ritmos respiratorios, dominamos nuestras emociones y acciones. Alterando los niveles de profundidad de la respiración, conquistamos nuevos estados de conciencia.

Interfiriendo voluntariamente en el acto respiratoiro cruzamos la frontera entre lo conciente y lo inconciente. DeRose.

El tiempo que el aire tarda en llegar a nuestros pulmones y en salir de ellos determina una cantidad de ritmos y estados relacionados, por lo que desde la antigüedad la respiración ha sido una herramienta muy usada para explorar diferentes niveles de conciencia.

Durante el sueño, la respiración adopta una proporción particular: la inspiración dura hasta el doble del tiempo de la exhalación. Basta con presar atención al sonido que emita alguien profundamente dormido a nuestro lado para verificar esta relación. No es mala idea, por lo tanto,

realizar inspiraciones muy profundas y lentas, seguidas de exhalaciones más cortas y superficiales si lo que se busca es conciliar el sueño. Si bien ese ritmo se impone involuntariamente durante el estado de sueño, al comenzar por instalarlo a conciencia se logra inducir el nivel de conciencia relacionado.

Ahora, si lo que buscamos no es sumergirnos en la inconciencia del sueño sino todo lo contrario, expandir la conciencia, el ritmo respiratorio pasará a ser opuesto: la exhalación tenderá a prolongarse más que la inspiración, lo que desencadena un estado de serena lucidez, en el cual las emociones se organizan y los pensamientos fluyen sin atropellarse.

Si se mantiene esa proporción permaneciendo acostado, inmóvil, en estado de total laxitud, se logra ahorndar en los contenidos subconcientes preservando la lucidez. Incluso se consigue penetrar en el universo subconciente, observarlo, develarlo y aprender de él.

La respiración es un sensor muy preciso del estado de ánimo. La ansiedad se manifiesta a través de respiraciones cortas y poco profundas, que aceleran el ritmo cardíaco e inducen a un estado constante de alerta, inyectando en el torrente sanguíneo grandes cantidades de adrenalina. Al descubrir estas alteraciones, es posible regularizar los ritmos internos y volver a situarse en la cabina de mando de las emociones, actuando voluntariamente sobre la orquesta orgánica a través del ritmo y la profundidad del aliento vital.