Dec 12, 2009

Calidad de vida en práctica: ¿Cual es la fórmula para ser disciplinado?


la-danza

Libertad y disciplina
La libertad es nuestro bien más precioso.
Al confrontar la libertad con la disciplina,
si ésta violenta aquélla, opte por la libertad.
Maestro DeRose.

La disciplina viene siempre ligada a un poder: demanda una inversión de voluntad, pero retribuye a través del poder como resultado. Ese poder consiste en saberse “director y actor” de las propias acciones, aun cuando uno reciba indicaciones de otros.

La falta de disciplina se experimenta como carencia de rumbo, porque no hay un comando centralizado que organice los acontecimientos. No se trata de que todo esté bajo control, ni siquiera de anticiparse a los imprevistos, sino de disfrutar de una inigualable libertad, fruto de la feliz concreción de tres momentos: deseo, decisión y ejecución.

Por lo general la voluntad flaquea entre la segunda y la tercera instancia, o sea, cuando es menester pasar a la acción. La inercia se apodera del pensamiento, aparecen excusas, como los innumerables hilos de una red que tiende a frenar la actividad. El resultado es un sentimiento de frustración más o menos intenso, que se acumula en el desván de las autopromesas no cumplidas. A medida que ese depósito de insatisfacción crece, es como si la fuerza de gravedad aumentara, y dar un paso en dirección a la disciplina resulta cada vez más trabajoso.

No obstante, pesa sobre la disciplina una carga de imposición. Al leer la palabra ya se siente un pinchazo poco cariñoso de reclamo, connotación que probablemente se deba a nuestra herencia cultural. En un contexto de valorización de la libertad y propenso a la celebración de la alegría, se puede disolver ese tinte oscuro que impregna la disciplina; es posible reeducarse para encarar el trayecto de la decisión a la ejecución con el disfrute anticipado de quien festeja una labor cumplida.

Cuando hay libre albedrío, cuando es posible elegir entre lo que se quiere hacer y lo que no, es cuando más problemas se presentan a la hora de llevar a cabo una labor que exija disciplina, aunque sea grata. Sin embargo, el ser concientes de que se trata de una elección personal, tener presente el origen de esa decisión, que no es otro que la libertad de elección, le devuelve valor ante nuestros ojos e invita a concretar la tarea. La libertad termina dando sentido a la disciplina.

Escrita por la instructora de MétodoDeRose Yael Barcesat, esta fue una nueva edición de la columna semanal Calidad de vida en práctica, para TuVerde.com

2 comments: